Ya como cardenal Maffeo Barberiani, fue un gran admirador y amigo de Galileo, siendo su colaboración indispensable para la inclusión de Virginia y Livia (las hijas de Galileo) en un convento pese a ser demasiado jóvenes.
Tiempo después, Maffeo Barberiani fue ascendiendo hasta llegar a obtener el cargo papal. A partir de este momento se le conoció como Urbano VIII. Este hecho inspiró en Galileo confianza y una cierta tranquilidad para poder expresarse libremente, ya que años atras éste se ganó el aprecio de Maffeo, cuando Galileo defendió sus ideas en un duelo verbal contra el fraile Colombe "Paloma". Hasta aquí todo iba bien, pero Galileo publicó el libro "Dialogo " . En un principio fue éxito de ventas hasta que la Inquisición lo prohibió. Galileo al enterarse, pidió ayuda al papa, para descubrir que habido sido este último quien había dado la orden, debido a que se sentía identificado con Simplicio (personaje del libro). Así pues, Galileo fue condenado en un juicio celebrado en Roma a arresto domiciliario perpetuo.