Dado que sus mapas no eran lo sufientemente exactos, consiguió medir la distancia entre las ciudades mandando llevar esclavos, con las carabanas que hacían el recorrido a lo largo del Nilo, para que estos midieran por separado la distancia entre ambas ciudades, es decir, cada caravana y su esclavo recogieron una medida. Unos medían las vueltas que daban las ruedas de las carretas, otros contaban los pasos, entre otras formas, para obtener la mayor exactitud posible.
Cuando se acercaba el verano y la mayoría de las caravanas habían regresado Eratóstenes dió por buena la distancia de 5000 estadios.
Muy bien
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