Mientras escribimos estas líneas estamos muy tranquilitas en nuestro sofá en reposo. Desde nuestra posición podemos ver una mega pelusa rodar debajo de las sillas, la cual es observada por una mosca de granja, de estas de las alitas verdes, mientras vuela desquiciada por la habitación a la vez que es perseguida vertiginosamente por nuestro matamoscas que intenta alcanzarla. Por la ventana de la habitación podemos ver a personas andar por la calle, las cuales cautelosas se cambian de acera entre los coches que pasan a gran velocidad, y podemos observar también en el cielo el vuelo de los pájaros, y el movimiento de un avión, y el de la luna, y el de las estrellas, y....¡¡¡Cuánto movimiento a nuestro alrededor!!!
La verdad es que el anterior relato lo único que pone de manifiesto es un gran egocentrismo por nuestra parte, ya que todo se mueve en nuestro entorno, estando nosotras en nuestro sofá en reposo. Pero tú, que puede que estés en ese avión que nosotras observábamos por nuestra ventana, podrías decir con total derecho; "pues no estoy de acuerdo, desde mi punto de vista todas las cosas se mueven respecto a mí que permanezco inmóvil: las nubes se mueven en una dirección respecto al avión en el que estoy, y la superficie terrestre, con todo en lo que ella está, incluidas vosotras en vuestro sofá, lleva a cabo un movimiento respecto a mí". Y llevarías toda razón del mundo pese al dolor de nuetro ego.
Sin embargo, ¿cómo podemos saber cuál de los dos se está en realidad moviendo y cual no lo hace? Es más, ¿cómo es posible que demos por hecho tales afirmaciones si estamos en un planeta que gira en torno a si mismo, el cual se mueve alrededor del sol, el cual gira en los brazos de la galaxia, la cual se aleja de las demás galaxias en una expansión cósmica?
La razón es simple, los movimientos de los objetos son tales porque están referidos a un observador o sistema de referencia, ya sea nosotras en el sofá o tú en el avión del ejemplo, etc.
Genial. 1 punto
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